Ni un solo Día

Existen días que la furia se apodera de uno, en que los sueños cada vez se vuelven mas pesados y lejanos. Momentos en que la situación actual nos deja apesadumbrados, y llevamos una carga enorme en nuestros hombros. Nos sentimos victimas, nos quedamos enfureciéndonos por dentro, nos cargamos de odios y hastío. Llega un momento en que queremos decirle al mundo basta. Que las lágrimas se nos arrancan de la conciencia, y vislumbramos un futuro negro y opaco, en un mundo de desigualdades. Pero entonces vienen las palabra de mi Señor que dice, "en el mundo tendrás aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo".

Y esas palabras mas una canción me devolvieron la serenidad al cuerpo y al alma, por eso quisieras compartirla con todos ustedes.

Hubo un día en que la conciencia me detuvo y me confronto
Recordando el transcurso del día, de porque fue de mal en peor
Aclarando mi dependencia, diciendo que no tengo el control
Que lo que ha sucedido este día fue porque no entrado en comunión

Pero detente, un solo día es suficiente
Para apartarme y perderme
De la mano de mi Señor.
Pero detente, un solo día es suficiente
Sin tu presencia no quiero verme
Ven acompañame Señor.

Es un patrón, es un estilo de vida ya permanente
Es algo necesario para no perder la mente
Para vivir conforme a su palabra entre la gente
Para ya no ser el mismo, para poder ser diferente
Los problemas de la sociedad actual me desenfocan
Enojo, desesperación, furia me provocan
Mientras pongo la mirada en las cosas del exterior
Voy hundiendome en las aguas por no ver al Superior
E inconcientemente entro en un ciclo de independencia
Mejor dicho, entro en un ciclo de demencia
Porque yo les soy honesto y les digo sinceramente
Para andar sin su presencia hay que estar mal de la mente
Ni yo mismo me conozco, engañoso es el corazón
El conoce mi necesidad, El es mi Creador.
Y el estar sin cobertura lo confieso no podría
Y es que sin su presencia no quiero estar ni un solo día.

Pero detente, un solo día es suficiente
Para apartarme y perderme
De la mano de mi Señor.
Pero detente, un solo día es suficiente
Sin tu presencia no quiero verme
Ven acompañame Señor.